Cuando planeé mi viaje a Cochabamba, quería algo diferente. No solo conocer lugares hermosos, sino también hacerlo de una forma responsable. Fue así como encontré el Quantum E4 Montañero, un auto eléctrico boliviano que cambiaría completamente mi experiencia.
Desde el primer día, me impresionó lo fácil que fue alquilarlo. El equipo de Quantum me explicó cómo funcionaba la carga (solo necesitaba un enchufe de 220V) y me entregó el auto completamente cargado.
Mi primer destino fue el Cristo de la Concordia. Con sus calles empinadas, pensaba que el auto sufriría, pero no: el torque especial del E4 Montañero —gracias a su corona de montaña— me permitió subir sin esfuerzo y en completo silencio. Lo mejor: sin gastar ni una gota de combustible.
Después recorrí el Valle Alto, visitando mercados en Tarata y Punata. El tamaño compacto del Quantum fue ideal para estacionar en zonas concurridas. Además, la gente local se acercaba con curiosidad. “¿Ese auto es boliviano?”, me preguntaban. “Sí, y 100% eléctrico”, respondía con orgullo.
Cargué el vehículo en una hostal rural con una toma de corriente común. En menos de 6 horas estaba listo para seguir. Sin ruidos, sin humo, sin complicaciones. Y sobre todo, gastando un 80% menos que si hubiese alquilado un auto convencional.
¿Vale la pena alquilar un Quantum E4 Montañero?
Totalmente. No solo por el ahorro, sino por lo que representa: apoyar una empresa boliviana, cuidar el medio ambiente y vivir una experiencia de turismo más consciente.
Si estás pensando en venir a Cochabamba, te animo a probar esta nueva forma de viajar. Porque recorrer Bolivia con energía limpia también es posible.
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